martes, 28 de agosto de 2007

Volar

No sé, me importa un pito que las mujeres tengan los senos como magnolias o como pasas de higo; un cutis de durazno o de papel de lija. Le doy una importancia igual a cero, al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco o con un aliento insecticida. Soy perfectamente capaz de soportarles una nariz que sacaría el primer premio en una exposición de zanahorias; ¡pero eso sí! —y en esto soy irreductible— no les perdono, bajo ningún pretexto, que no sepan volar. Si no saben volar ¡pierden el tiempo las que pretendan seducirme!

Ésta fue —y no otra— la razón de que me enamorase, tan locamente, de María Luisa.

¿Qué me importaban sus labios por entregas y sus encelos sulfurosos? ¿Qué me importaban sus extremidades de palmípedo y sus miradas de pronóstico reservado?
¡María Luisa era una verdadera pluma!

Desde el amanecer volaba del dormitorio a la cocina, volaba del comedor a la despensa. Volando me preparaba el baño, la camisa. Volando realizaba sus compras, sus quehaceres.

¡Con qué impaciencia yo esperaba que volviese, volando, de algún paseo por los alrededores! Allí lejos, perdido entre las nubes, un puntito rosado. “¡María Luisa! ¡María Luisa!”... y a los pocos segundos, ya me abrazaba con sus piernas de pluma, para llevarme, volando, a cualquier parte.

Durante kilómetros de silencio planeábamos una caricia que nos aproximaba al paraíso; durante horas enteras nos anidábamos en una nube, como dos ángeles, y de repente, en tirabuzón, en hoja muerta, el aterrizaje forzoso de un espasmo.

¡Qué delicia la de tener una mujer tan ligera..., aunque nos haga ver, de vez en cuando, las estrellas! ¡Qué voluptuosidad la de pasarse los días entre las nubes la de pasarse las noches de un solo vuelo!

Después de conocer una mujer etérea, ¿puede brindarnos alguna clase de atractivos una mujer terrestre? ¿Verdad que no hay una diferencia sustancial entre vivir con una vaca o con una mujer que tenga las nalgas a setenta y ocho centímetros del suelo?

Yo, por lo menos, soy incapaz de comprender la seducción de una mujer pedestre, y por más empeño que ponga en concebirlo, no me es posible ni tan siquiera imaginar que pueda hacerse el amor más que volando.


Oliverio Girondo

Preámbulo a las instrucciones para dar cuerda al reloj

Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire. No te dan solamente un reloj, que los cumplas muy felices, y esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con ancora de rubíes; no te regalan solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo. Te regalan -no lo saben, lo terrible es que no lo saben-, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de tí mismo, algo que es tuyo, pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca. Te regalan la necesidad de darle cuerda para que siga siendo un reloj; te regalan la obsesión de atender a la hora exacta en las vitrinas de las joyerías, en el anuncio por la radio, en el servicio telefónico. Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se caiga al suelo y se rompa. Te regalan su marca, y la seguridad de que es una marca mejor que las otras, te regalan la tendencia a comparar tu reloj con los demás relojes. No te regalan un reloj, tu eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj.

Julio Cortazar.

Las puertas del campo y el pretérito anterior

Quien nos lo iba a decir. En pleno siglo XXI y todavía hay quien se empeña en recordarnos el postfranquismo inferior y la pseudotransición posterior.

Vuelven los secuestros de prensa. Motivo: La "defensa" de la sacrosanta monarquía de los borbones. Parece ser que una viñeta, aunque sea caricaturesca y en portada, atenta contra sabe Dios qué. Se habla de injurias y un sin número de sandeces más.

Di tú que a los secuestrados ya no les pilla de sorpresa, les ha ocurrido en el pasado. Lo sorprendente quizás sea que tal hecho se produzca a estas alturas porque nosotros, los de entonces ya no somos los mismos (o quizás sí?).

Recuerdo que hace años en una serie de televisión que transcurria durante la monarquia del bisabuelo del uno de los personajes caricaturizados en la portada secuestrada de "El Jueves" ("La forja de un rebelde") un personaje pronunciaba la siguiente frase:

- Con lo que a este país le hace falta una república y lo que tarda en llegar...

Cuanta vigencia, eh?

Aquí os dejo alguno de los enlaces donde se comenta la noticia, tanto en prensa formal como en blogs de diversa indole.

Y por supuesto, no puedo resistirme a colocar aquí la viñeta censurada y su sucesora, una versión aparentemente más light.



Venga, "Liberté, Égalité et Fraternité" abajo la censura y a ver si no tardamos mucho en tener un país normal. Y que todos lo veamos. Salud.

Tres en un burro o La María y la Benemerita

Tres amigos urbanitas decidieron convertirse en campesinos e irse a vivir del producto de su esfuerzo a un pueblo pirenaico.


Entre otras actividades más propias de su oficio, mantenían una pequeña plantación de marihuana, se supone que para consumo propio.


Al hallarse ellos tres afanados en la recolección y secado de la hoja de dicha planta, se les despistó la custodia de un burro del que a la sazón disponían para ayudarse en el transporte del producto que con tanto mimo estaban tratando. Ocurrió por desgracia que el bueno del burro no tuvo mejor empeño que, en momentanea ausencia de sus circunstanciales dueños, ingerir de forma desatinada algo más de un par de kilos del verde montón que esperaba el secado previo al consumo humano. Cuando sus descorazonados amos descubrieron lo inevitable le alejaron del objeto de su codicia (del de ambas partes) entre insultos, amenazas y lamentos.


Una vez concluida la faena propiamente agricola, acompañados del burro, los tres amigos tomaron rumbo al pueblo con la mala fortuna de que la errática conducta del animal hizo sospechar a una pareja de la Guardia Civil, que el destino les quiso cruzar en su camino, que el animal pudiera acaso estar aquejado de alguna rara enfermedad de esas que ahora les da por afectar a las vacas o a los pollos que se sepa.





Los miembros de la Benemerita, diligentes, solicitaron la intervención inmediata de un veterinario que corroborase su teoría, el cual no menos diligentemente detectó un exceso de tetrahidrocannabinol en sangre que motivó las pertinentes y oportunas diligencias judiciales, que, a su vez, derivaron en la subsiguiente multa de 1.200 (mil doscientos) euros por maltrato al asno y que lleva aparejada una pena anexa de alejamiento del animal por parte de sus atónitos y atribulados dueños.


Este es un caso actual y verídico, y cosas como esta ocurren todos los días.
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No digo diferente, digo raro.

Trasteando por la red me he encontrado con tipos auténticamente raros. Da la impresión de que sus vidas en ningún momento hayan sido vanas o aburridas, no quiero decir con ello que hayan sido felices, puede que todo lo contrario, lo que si digo es que, lamentablemente, están muertos.

Eso sí, no se puede afirmar que no se hayan sentido verdaderamente libres. Como decía Mel Gibson interpretendo a William Wallace en Braveheart:

"Luchad y puede que muráis. Huid y viviréis, un tiempo al menos, pero cuando reposéis en vuestro lecho de muerte, dentro de muchos años, ¿no cambiaríais todos los días desde hoy hasta entonces por una oportunidad, tan sólo una oportunidad de venir aquí y matar a vuestros enemigos? Podrán quitarnos la vida, pero jamás nos quitarán la LIBERTAD.

¡Alba qu bra!*"

* Escocia por siempre, (gaélico escocés).

Pues bien ahí va una pequeña relación de estos tipos raros y su porqué:

- Gonzalo Guerrero: fue el padre del mestizaje mexicano, se dice que nació en el puerto de Palos de la Frontera, Huelva, España. Murió en 1536 luchando contra los conquistadores españoles.

En 1511 tras un naufragio en la costa Maya fue esclavizado por sus captores y gracias a su talento con las armas consiguió alcanzar importantes cargos militares entre sus dueños. Casado con una indígena fue padre de tres hijos y se integró de tal manera en su cultura adoptiva que cuando en 1520 Cortés inicio la conquista de México, enterado de la existencia de prisioneros españoles más al sur, inició la gestión para su rescate, su compañero de cautiverio Fray Gerónimo de Aguilar, primer interprete español-maya, de la historia, consiguió la libertad, pero no pudo convencer a Gonzalo de que le acompañase, haciéndole ver éste que sus tatuajes en la cara y sus orejas agujereadas no le permitían volver con sus compatriotas.


Gonzalo Guerrero murió en combate a campo abierto, peleando contra los conquistadores españoles hacia 1536. Antes que la lealtad a su patria de origen, puso por delante a sus hijos, esposa y al pueblo que le había asumido por completo, al perecer era cacique maya.

- Pedro Navarro y Menaldo Guerra: Corsarios vizcaínos en la Italia del Renacimiento.


- Benito Soto Aboal: Pirata gallego del siglo XIX.







Pero hablando de piratas resulta indispensable encontrarlos en su salsa primordial, en su ambiente prototípico: el Caribe. Y para aquellos que creen que la lucha por la emancipación femenina comenzó hace cuatro días, les recomiendo que se den una vuelta (pinchando sobre sus nombres) por la vida y milagros de cada una de estas dos preciosidades que allá en el ordenado y bienpensante mundo de finales del Siglo XVII y principios del XVIII aterrorizaron a idiotas sin cuento y favorecieron la libertad de pensamiento y el asentamiento del posterior libre albedrío individual.

- Anne Bonny : Rebelde dama irlandesa particularmente bulliciosa.


- Mary Read : Dama inglesa de armas tomar.

Reconforta contemplar como desde que el mundo es mundo, una serie de inconformistas recalcitrantes se han empeñado en romper moldes y ponerlo todo patas arriba.

Loados sean.